La crisis generada por la pandemia mundial del coronavirus está afectando a todos los sectores económicos tanto a nivel nacional como internacional. La nueva normalidad supone un reto para todas las empresas en España, y pone a prueba especialmente al sistema productivo. Es ahora cuando se toma conciencia de la importancia de salvar y consolidar el tejido industrial.
En este escenario, para las compañías industriales mantener unos niveles de pedidos, y por lo tanto, una cartera de clientes y proyectos implica un gran desafío. Un reto más que logrado por AZCATEC, que ofrece servicios de ingeniería al sector industrial y tecnológico, y cuenta con una cartera de pedidos para más de un año de trabajo.
A su vez, y gracias al reajuste de los procedimientos de trabajo y gestión de la organización en tiempos de confinamiento, ha sido capaz de mantener a toda su plantilla en activo sin recurrir a la figura de los ERTE, ni a despidos.
Nuevos tiempos, nuevas oportunidades
Por su parte, existen algunas consecuencias positivas ante la nueva situación, por ejemplo, se acelerará la automatización y la digitalización de la industria. Al mismo tiempo, durante el mes de junio la producción industrial se ha ido recuperando, a medida que avanzaba la desescalada.
En los primeros meses tras la llegada del Covid-19, algunos subsectores como la industrias química, de papel y cartón o siderúrgica se han visto reforzados por la creciente demanda, al igual que sucede con las industrias extractivas y la fabricación de productos farmacéuticos.
No obstante, las tecnologías que definen la Industria 4.0 parecen erigirse como la base sobre la que construir un futuro digital que si bien ya muchos habían anunciaban debía llegar, ahora se hace necesario para sobrevivir.